martes, 19 de octubre de 2010

..........

While you're reading...



El sueño me vence a pesar de permanecer sentada en primera fila, escuchando las palabras en francés que emergen con energía desde la izquierda. No debería escribir ahora, pero creo que es la única forma de mantenerme despierta. Al menos de esa manera capto alguna de las ideas expuestas en clase, zambulléndose en el mar de pensamientos que me inunda  y siendo inmediatamente absorbida por las millones de gotas inquietas que forman parte de él.


Los días transcurren con tal ligereza que no soy consciente de que tras ellos

1. Intégrations professionnelles
2. Accord et suivis personnalisés
3. Accords économiques
4. Combat d’accueil et d’intégration à formation gratuite
5. Immigration choisi

se alzan las semanas , y no mucho más tarde, los meses. Ni aún a estas alturas se establece en mi vida una rutina. Cada momento es único, no existirá jamás un instante idéntico a otro ya pasado o pendiente por llegar.

Ali, ¿sabes qué es un “tinto” en Colombia?
¿Qué?
¡Un café expreso!

Como decía, las circunstancias nunca son las mismas, ni tampoco nosotros. Aún así, siempre hay ciertos “ritos” que se repiten cada día y se convierten en costumbre, que imponen un determinado orden, y que son echados en falta y valorados solo durante  su ausencia, mientras que cuando permanecen ahí son tristemente ignorados. Abrimos los ojos (o lo intentamos cuando la voz de Chris Martin rompe el silencio con su melodía Life in Technicolor ii) hasta  la noche, cuando el cansancio y Sigur Ros se dedican a cargar nuestros párpados de un peso irresistible que nos indica el camino al surrealismo de los sueños. En todo ese tiempo esa rutina ocupa prácticamente todas las actividades diarias. Pero nunca reflexionamos sobre la rutina que embarga nuestro interior, una estabilidad a que estamos habituados, acostumbrados a no solo hacer las cosas siguiendo una línea marcada por las huellas de caminar cada día en la misma dirección. También estamos acostumbrados a sentir. Nos agarramos a una permanencia, a una seguridad, y sentimos miedo si esa estabilidad se ve amenazada por algo nuevo, fuera de lo establecido, de lo “normal” en nuestros días. Por la cobardía, por el miedo a lo desconocido, a cambiar, a equivocarnos, a fracasar, a arriesgar…

Es así como dejamos pasar oportunidades únicas y efímeras que nos salvan de ese orden, de aquello que teníamos planeado. Pero, ¿no es esto lo más emocionante de la vida? Su carácter sorprendentemente incierto. Y el privilegio que tenemos en nuestras manos: el de poder elegir si sobrevivir nuestros días o vivirlos. ¿De qué sirve plantearse el futuro hasta el mínimo detalle si luego quizá lo único que permanezca son unos esbozos a lápiz? Y si dispongo de algún plan es el de evitar trazar planes…

Muchas cosas de las últimamente acontecidas no han sido planeadas en ningún momento. Además, gran parte depende de las circunstancias que nos rodeen y decidan, en muchas ocasiones, por nosotros. Las mismas circunstancias que nos regalan esas oportunidades para cambiar,  esos instantes de suerte que están ahí, solo para ti, para que decidas si quieres arriesgarte por ellos o dejarlos marchar aún siendo consciente de cómo podrían haber alumbrado tus horas. Porque siempre nos arrepentimos de lo que no hacemos.

Me arrepentiría ahora mismo y lo haría toda mi vida si no hubiese dado media vuelta para deshacer mis pasos y  encontrar ese jersey rojo entre la multitud, una vez más.




3 comentarios:

  1. 1) Te idolatro
    2) No hay palabras para expresar cuánto me gusta esta entrada :p
    3) ...

    No, en serio, me encanta la expresión, las metáforas, la fotografía, la conclusión- que va a ser de lo que hable yo en mi próxima entrada-, que te acuerdes de mí y que una tontería te haga feliz... Y que yo la haya compartido contigo...
    Eso vale más que mil traducciones bien hechas y MD contenta con mis respuestas... Cada día me doy más cuenta (no me suena esa estructura pero a estas horas no me pidas más xDD) de que tengo un tesoro, una pequeña que me enseña de la vida todo lo que ningún otro conocido, profesor o pariente mismo podrá enseñarme jamás.
    Solo quiero seguir compartiéndolo hasta el final... Te quiero :)

    ResponderEliminar
  2. Ay mi niña... También te gusta mucho porque entiendes de que hablo, porque has vivido conmigo muchas cosas importantes y aparentemente insignificantes en mi vida, paso a paso :) Y sí, merece la pena vivir los momentos que estamos viviendo aunque después nos entre el agobio de última hora... Gracias por contar conmigo y estar siempre ahí. Te quiero mucho mi guachi :)

    ResponderEliminar
  3. Yo te contesto aquí que siempre hace más ilu:

    Últimamente estamos tú y yo muy pastelosas jajaja Pero esta entrada iba por la tuya y me ha hecho mucha gracia que mi amiga María (la de León) me haya dicho que el diálogo en francés la ha emocionado- tanto que lo ha publicado en su tablón- y tú me hables del diálogo en inglés... Translators xDD Son esos detalles los que me dan fuerzas para seguir adelante. No sé si recuerdas ahora mismo el momento de la fiesta en el que te confesé qué estaba haciendo en el momento en el que escribía en mi agenda de la INFI-UPO "No pienses. No hay diálogo" (en ese momento tan solo agenda upense) pero, aunque no lo creas, sois vosotr@s los que me habéis hecho seguir adelante, riendo y compartiendo cada día- a pesar de que, por desgracia, tenga que compartir físicamente con alguien como Nick LOL- y aprendiendo a ser feliz... Tú eres uno de mis mayores impulsos y puntos de apoyo (junto a mi pelirrojo;)). Love ya loads ^^

    ResponderEliminar